jueves, 20 de marzo de 2014

Picadito.

Hace días que vengo con ideas, cosas que me están pasando, cosas que veo, cosas que me gustan, otras no tanto.
Hace días que busco poner palabaras a algunas sensaciones pero no puedo. No me sale.
Quería sentarme a escribir para ver si me sale algo, que se entienda y me ayude a mi a desenredarme.
Nop.
Así que me senté a escribir igual. Disculpas por adelantado.
Tengo un resfrío ESPANTOSO. Ayer lo único que necesitaba era un baño caliente y dormir. Llegó marido, me fui a bañar. En el medio del baño siento el llanto desconsolado de #ebm. Había comido hacia media hora, tenía sueño... Lloraba como si el padre lo hubiese arrojado contra el piso.
Apuré un poco el baño, admito que no todo lo que podría haberlo hecho.
Lo dormí, marido se ocupo de la cena, como casi todas las noches. Para un día como el de ayer, #ebm estuvo insopor muy demandante.
Vinieron mis abuelos, hace unos 15 días, de Israel. Así que estoy tratando de verlos mucho, casi todos los días. Estoy un poco nostálgica, no sé si es la palabra o la sensación. Están grandes, un poco rotos y viven muy lejos. Se entiende?
Son dos personajes. Este finde cumplen 58 años de casados. Mi abuela cumplió 80 el lunes pasado. Mi abuelo le escribió una tarjeta que a ella no le gustó. Se la rompió en la cara. Mi abuelo le escribió otra. Son dos personajes.
En otro orden de cosas, tuve una reunión de laburo y de alguna manera me sacó un peso de encima. Charlando con unas amigas, Vale me decía "Es el mal del milenio, estás atrás de una computadora y, o no trabajas, o no trabajas tanto o trabajas menos". Es difícil.
Tengo ganas de hacer algo, algo como un proyectito personal, algo estoy amasando.
Dejé terapia varios años atrás, sola, dejé de ir. Volví de un viaje y no lo llamé más.
La maternidad remueve muchas cosas. La maternidad hace que uno se plantee qué quiere y qué no. Cómo quiere hacer las cosas. La maternidad te enseña, te obliga, te empuja a modificar tus prioridades. Te enseña, te obliga, te empuja, te lleva a estar todo el tiempo en movimiento, replanteándote cosas, descubriendo y conociéndote como mamá. Ser mamá es diferente a ser hija, pareja, amiga, nieta y cualquier otro tipo de vínculo. La maternidad te enseña, te obliga, te lleva de prepo a aprender cosas, a soltar, a resignar, resignificar y tomar posición. Por eso quiero volver a terapia.
Varios años atrás descubrí que para mi, la terapia es como un café conmigo misma. No soy muy de tomarme tiempo para mirar para adentro. Me cuesta, me lleva algún tiempo. Siempre fui muy pro terapia, porque me parece que es un lugar objetivo, donde podes mirarte a vos mismo desde afuera, sin los prejuicios ni las presiones de los conocidos.
Y este post no tiene un final redondo, ni cierra ningún tema, más bien me sirvió para retomar ritmo. Encontrar la punta del ovillo y empezar a tirar.

6 comentarios:

  1. Me parece "oler" que vas bien. A tirar.
    Cariños!
    c

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  2. No veo las horas de que me cuentes TOOODOOOO con unos mates de por medio!!! Todas necesitamos terapia...Seguí escribiendo que me encanta leerte!!!! Besos...

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  3. Flor! Vas encaminada, daleeeee!!! Te quiero! ♥

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  4. Todo lo que hagamos es para encontrar la punta del ovillo y empezar a tirar. A veces nos damos más cuenta que otras. Soy recontra pro terapia. Go for it!

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