sábado, 18 de abril de 2015

Cambio espiada por confianza.

Aproveché la ocasión. Nos cruzábamos en la calle, #ebm con Mai, niñera/chica que lo cuida, todo me suena horrible, así que de ahora  en adelante será Mai. 
Yo iba por la vereda de enfrente. Cuando nos distanciamos una cuadra, ellos hacía la plaza, yo hacia casa, me dije "es ahora o nunca", me di vuelta, crucé la calle y aceleré el paso. Llegué a la parte de atrás de la plaza cuando ellos entraban en el arenero. 
De ese lado, la plaza está más alta que la vereda, hay que subir como siete escalones. Yo estaba parada sobre el primero, estirando el cuello, mirando a través de las rejas (gracias Mauri por enrejarnos todo, un besito!). 
Ellos estaban en el arenero. 
Nada estaba pasando. Pensé que no tenía ningún sentido seguir ahí. Nada de lo que sucediera yo podia comentarlo. 
Además, y es muy cierto, antes de irme, cuando le decía a Mai de ir a la plaza, le dije "yo confío en vos y confío en #ebm" así que ahí nada tenía para hacer. 
Mientras me iba, le escribí sobre el tobogán, porque me di cuenta que no le había dado indicaciones sobre estar en la plaza, sólo sobre como llegar. 
Y ahí pensé que en general no le di muchas indicaciones, será que es amiga de mi hermanita e hice una transferencia de confianza, no se, pero nunca me cuestioné demasiado dejarle a #ebm.



Dos cosas me dan tranquilidad, #ebm sabe pedir lo que quiere, y entre sus primeras palabras estuvieron el y el no,  y desde siempre supo usarlas muy bien. 
Era una de las pocas cosas que faltaban, ya comieron juntos, merendaron, hubo cambios de pañal, juegos con agua, siesta, tele y vídeos. Faltaba la plaza. 
Tilde al casillero. ✔️

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