miércoles, 28 de enero de 2015

Segunda oportunidad.

(Este post había quedado en el tintero...es de las vacas...sale ahora)

Siento que en muchas cosas uno puede disfrutar, o sufrir, depende el caso, de la niñez de su crío.
En mi caso, la calesita...ay! La calesita. Sólo fuimos dos veces. No pasamos más de dos vueltas porque me mareo. Mucho. Me siento mal, se me revuelve el estómago y me agarra dolor de cabeza.
La playa...ay! La playa. Como la estoy disfrutando. Hago pozos, montañas, agujeros, montoncitos. 
Me lleno de arena sin preocupación. Me tiro panza abajo, me siento en el agua y después en la arena, me hago milanesa, nada me importa, al contrario, lo disfruto como antes no lo hacía. 
Espero #ebm me siga regalando la posibilidad de jugar con el muchas veces más.  

2 comentarios:

  1. La calesita es lo menos!!!
    Pero todas las madres tenemos derecho a sufrir
    jajaja
    Besos!!

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  2. hola, te deje un premio en mi blog, pasate a recogerlo te lo mereces.

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