lunes, 9 de febrero de 2015

Escenas de la vida cotidiana.

Merienda. 

Me siento a esperar. Escucho conversaciones. Me encanta y no lo puedo evitar. Tengo un libro en la mano y escucho mientras paso la vista por las líneas.
Una mujer le dice a la otra, sin dramatismo, en un tono monocorde "convenceme de que no me amas, si me convences listo" "Si vos me amas, todo lo demás tiene solución". La otra no responde. 
Entro, me ubico en una mesita para dos, cerca del patio. Quería en el patio, pero no hay lugar. 

La mesa de al lado. 
Tres chicas, llega una cuarta. Se saludan. Una de la emoción por poco aulla. Escucho que la última en llegar, la cuarta, responde "14 semanas".
Desfilan las preguntas de rutina: como te sentís? estaban buscando? Vómitos, mareos?

La mesa de enfrente
Una pareja de 50s. No se miran, no se hablan. Esperan la cuenta. 
Ella lee un libro, el impaciente busca con la mirada a la moza. 

Mi mesa. 
Intentó leer, observo alrededor. El lugar es lindisimo. Espero a una amiga.
Llega, abrazo cariñoso. Leemos la carta, buscamos a la moza, le hacemos nuestro pedido. Merendamos, charlamos. Caminamos juntas hasta mi parada. Nos despedimos. Otro abrazo cariñoso. "felices vacaciones" "Nos vemos a la vuelta".

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